La gran mayoría de las biografías
o de textos que cuentan la historia de un determinado personaje suelen tener
dos datos fijos: fecha de nacimiento y quiénes son los padres de dicha persona.
Sin embargo, el segundo punto es, acaso, un dato que suele quedar en el olvido.
Pero Diego Maradona, que nació el 30 de octubre de 1960 y que es hijo de Diego
Maradona y de Dalma Salvadora Franco, y que ganó tantísimos títulos, que
desafió a grandes jugando para los chicos, que gambeteó a cuanto jugador se le
puso en su camino, logró también que ese segundo dato, esa información de “quiénes
son los padres del personaje”, no quede una vez más en el olvido.
Maradona consiguió lo que se
propuso y más también. Y pasaron años, años y más años y no habrá momento en
que no se escuche “gracias Diego por existir”. No obstante, en esos años que
pasarán y seguirán pasando también se escuchará “gracias Don Diego y Doña Tota”.
Sí. Eso es ser maradoniano. Es entender a Maradona, es disfrutar de sus
jugadas, es el fútbol. Pero ser maradoniano es también querer y agradecer en
cada momento a sus papás, a Diego y Dalma, a Don Diego y Doña Tota, por haber
traído al mundo a Diego.
En noviembre de 2011 falleció
Doña Tota, esa mujer que dejaba de comer para que Diego y sus hermanos tuvieran
un plato de comida cada día. Las canchas del fútbol argentino se enmudecieron
todo el fin de semana durante un minuto homenajeándola a ella. Una de las dos
personas responsables de traer al mundo a un chico que regalaría gambetas,
goles, sonrisas y lágrimas. Ese silencio era el agradecimiento, el respeto,
hacia esa mujer que vivió para sus hijos. Eso es ser maradoniano. Son las
lágrimas en ese minuto de silencio que jamás se olvidará.
Ahora la historia también es
triste. Don Diego está internado y luchando para salir adelante. De pocas
palabras, pero siempre justas, Don Diego sentenció una vez “todos conocen al
Maradona jugador, técnico, pero no conocen al Diego hijo, es mucho mejor”. Ahí
estaba el verdadero Diego, el que sonríe en cada abrazo con su papá, el que
agradeció hasta las lágrimas los homenajes a su mamá, el que juega con su nieto
Benjamín y es feliz. Y los maradonianos están ahí, estamos ahí, en cada
momento, sonriendo ante cuanto vídeo suba Diego jugando con su nietito, pidiéndole
a algún Dios por la salud de Don Diego, emocionándonos cuando Doña Tota nos
dejaba para siempre.
El 22 de junio de 1986 Víctor
Hugo Morales le preguntó al mundo y el mundo se preguntó también “¿de qué
planeta viniste Diego?”. Y ser maradoniano es responderse cada día esa pregunta.
Es entender que Diego Maradona nació el 30 de octubre de 1960 y que sus padres
son Diego Maradona y Dalma Salvadora Franco. Es llorar la despedida de Doña
Tota. Y es gritar cada día ¡Fuerza Don Diego, lo queremos mucho!