En la semana previa al clásico,
en la mesa de los lunes se hablaba del clásico. Todo giraba alrededor del
partido que se jugaría el siguiente domingo. Era el único lunes en el que tema
no se negociaba por algún otro tema. Una mitad de Independiente y la otra de
Racing llenaban de anécdotas, historias y partidos la mesa de los lunes.
Ese lunes, como todos los lunes
que anteceden a un clásico, se habló de los clásicos entre Independiente y
Racing. Ese lunes, Marcelo, integrante de la mitad de Racing, preguntó: “¿dónde
se unen Racing e Independiente?”. Lo preguntó sin conocer una respuesta
certera. Los otros, los de Independiente y también los de Racing, pensaron y
debatieron ese lunes en torno a esa pregunta.
El primero fue Gustavo, de
Independiente, quien hacía unos días se había emocionado con “El secreto de sus
ojos”. “Eduardo Sacheri escribió el guión de la película ‘El secreto de sus
ojos’. Una de sus escenas se lleva a cabo en la cancha de Huracán en medio de
la hinchada de Racing y Sacheri es de Independiente”. Ese primer argumento era
digno de un Oscar, pero no sería la respuesta final.
El segundo fue Alejandro, de
Racing, que se había sumergido en los cuentos de Ariel Scher en ‘Deportivo Saer’.
“En el cuento ‘Mi vecina y Pavlovsky’, Scher recuerda a Arsenio Erico, máximo
goleador de Independiente y del fútbol argentino. Scher es de Racing y escribe
como Erico hacía goles, un montón. Y cuando lean ‘Deportivo Saer’ disfruten de
la tapa, hay un hincha de Independiente y la dibujó otro hincha del Rojo”. La
unión que propuso Alejandro dejó entusiasmados a todos de lectura, pero esa
tampoco sería la respuesta final.
Las uniones iban y venían entre
la mitad de Racing y la mitad de Independiente. Tiraban paredes entre películas
y libros, o sea entre Bochini y Rubén Paz o entre Milito y Milito. Pero nunca
llegaban a una conclusión o una respuesta que sentencié dónde se unen Racing e
Independiente. Hasta que entró él. Y es él porque nunca supieron su nombre ni
lo volvieron a ver. Entró, escuchó lo que hablaban en la mesa de los lunes y se
acercó. “Yo sé la respuesta”, le dijo a la mitad de Independiente y a la mitad
de Racing. Todos lo miraron sorprendidos y sin emitir una palabra repreguntaron
todos con la mirada cuál es entonces.
“¿Conocen a Roberto Santoro? Era
periodista, poeta y militante. Recopiló diferentes textos de fútbol, cuentos, poemas,
canciones, en lo que fue, tal vez, una de las primeras antologías sobre fútbol.
La tituló ‘Literatura de la pelota’. Ahí, casi al principio, incluyó a
Celedonio Flores, a Racing y a Independiente:
Y las fiestas del músculo…
y las fiestas Racing,
Independiente y sus hinchadas
la gloriosa academia de otros tiempos
los rojos de sangre endemoniada.
Los Perinetti, Ochoa,
Paternoster,
del Giudice, Stagnaro. Que pavada.
Y Seoane y Orsi y Ravaschino
y Lanín y… la flor de la patada”.
Todos miraban y escuchaban atentos
a ese hombre que se sumó ese único día a la mesa de los lunes. Y el hombre
siguió. “Santoro era hincha de Racing. En 1977, lo desapareció la más oscuras
de las dictaduras. Sin embargo, no lograron desaparecer su obra. Vayan y
busquen la reedición de Literatura de la pelota que hizo Lilian Garrido y en la
tapa van a encontrar la respuesta a su pregunta”. El hombre no dijo más y se
retiró de la mesa de los lunes. En su mano llevaba el libro “Los desaparecidos
de Racing” de Julián Scher, recientemente publicado.
La mitad de los de Independiente
y la mitad de los de Racing se siguen juntando todos los lunes. Y en la mesa de
los lunes que antecede al clásico de Avellaneda, como ese día, solamente se habla
del clásico. Solo que desde aquel día todos los integrantes de la mesa de los
lunes llevan su propio ejemplar de ‘Literatura de la pelota’, porque ahí
estaban todas las respuestas.