El deporte
mundial actualmente regala figuras de altísimo nivel. Federer en el tenis,
Messi en el fútbol, Bolt en el atletismo y así en la mayoría de las
disciplinas. No obstante, estos fenómenos que brillan en cada competencia
opacan –o dejan en segundo plano- a otras figuras, que de haber nacido en otra
época, en una época sin Federer, Messi ni Bolt, hubieran sido considerados
fenómenos. Pero el destino determinó que no, que transiten su carrera con esa
mochila, la de ser el número dos.
Andy
Roddick anunció su retiro. Finalizado el US Open le pondrá punto final a su carrera
como tenista. El deportista anhela siempre con llegar al punto máximo, a ser el
número uno del ranking mundial y mantenerse por un tiempo como el referente del
deporte. Aspira a ganar Grand Slam y a
todo rival que se enfrente. Y Roddick siempre tuvo eso en mente, ser el número
uno. Sin embargo, la época era la equivocada, era la época de Federer, para
muchos el mejor tenista de todos los tiempos.
Finales y
finales frente al suizo hacían que Roddick se conforme con llegar hasta ese
techo. Wimbledon, el sueño de ambos, los reunía en la cita más esperada, el
último match, el decisivo. El resultado, siempre el mismo. Clases y clases de
tenis brindaban en All England Club. Sólo que Federer era el maestro.
Trece
semanas pudo mantenerse en el puesto número uno durante el 2003. Sin embargo,
duró sólo esos gratificantes tres meses. La figura de Roger Federer comenzaba a
aparecer en el tenis mundial. En su carrera, logró un título de Grand Slam, de
local, el US Open –torneo en el que decidió decirle chau al tenis-. Pero la
gloria era otra, era Wimbledon. Tres finales, tres derrotas, un rival -2004,
2005 y 2009-. La tercera parecía ser la vencida. Una maratónica final a cinco
sets volvió a determinar que Federer era el rey de césped. El último set
terminaría 16-14 y la honestidad de Roddick se reflejó cuando habló para el
público luego de recibir el premio de segundo puesto: “Mejor no podía jugar”.
El deporte
mundial nos seguirá deleitando con enormes deportistas. Pero no sólo los número
uno de cada disciplina, sino también los que compiten y luchan por estar cerca
de esos fenómenos de la historia. Como luchó Andy Roddick, que decidió ponerle
la firma final a su carrera. La carrera de un verdadero número uno.
Gran nota. Algo parecido le pasó a Connors y Vilas cuando jugaba Bjön Borg y después de retirarse este apareció un tal Jhon Mc Enroe.
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