lunes, 8 de mayo de 2017

Literatura clásica



En la semana previa al clásico, en la mesa de los lunes se hablaba del clásico. Todo giraba alrededor del partido que se jugaría el siguiente domingo. Era el único lunes en el que tema no se negociaba por algún otro tema. Una mitad de Independiente y la otra de Racing llenaban de anécdotas, historias y partidos la mesa de los lunes.

Ese lunes, como todos los lunes que anteceden a un clásico, se habló de los clásicos entre Independiente y Racing. Ese lunes, Marcelo, integrante de la mitad de Racing, preguntó: “¿dónde se unen Racing e Independiente?”. Lo preguntó sin conocer una respuesta certera. Los otros, los de Independiente y también los de Racing, pensaron y debatieron ese lunes en torno a esa pregunta.

El primero fue Gustavo, de Independiente, quien hacía unos días se había emocionado con “El secreto de sus ojos”. “Eduardo Sacheri escribió el guión de la película ‘El secreto de sus ojos’. Una de sus escenas se lleva a cabo en la cancha de Huracán en medio de la hinchada de Racing y Sacheri es de Independiente”. Ese primer argumento era digno de un Oscar, pero no sería la respuesta final.

El segundo fue Alejandro, de Racing, que se había sumergido en los cuentos de Ariel Scher en ‘Deportivo Saer’. “En el cuento ‘Mi vecina y Pavlovsky’, Scher recuerda a Arsenio Erico, máximo goleador de Independiente y del fútbol argentino. Scher es de Racing y escribe como Erico hacía goles, un montón. Y cuando lean ‘Deportivo Saer’ disfruten de la tapa, hay un hincha de Independiente y la dibujó otro hincha del Rojo”. La unión que propuso Alejandro dejó entusiasmados a todos de lectura, pero esa tampoco sería la respuesta final.

Las uniones iban y venían entre la mitad de Racing y la mitad de Independiente. Tiraban paredes entre películas y libros, o sea entre Bochini y Rubén Paz o entre Milito y Milito. Pero nunca llegaban a una conclusión o una respuesta que sentencié dónde se unen Racing e Independiente. Hasta que entró él. Y es él porque nunca supieron su nombre ni lo volvieron a ver. Entró, escuchó lo que hablaban en la mesa de los lunes y se acercó. “Yo sé la respuesta”, le dijo a la mitad de Independiente y a la mitad de Racing. Todos lo miraron sorprendidos y sin emitir una palabra repreguntaron todos con la mirada cuál es entonces.

“¿Conocen a Roberto Santoro? Era periodista, poeta y militante. Recopiló diferentes textos de fútbol, cuentos, poemas, canciones, en lo que fue, tal vez, una de las primeras antologías sobre fútbol. La tituló ‘Literatura de la pelota’. Ahí, casi al principio, incluyó a Celedonio Flores, a Racing y a Independiente:
Y las fiestas del músculo…
y las fiestas Racing, Independiente y sus hinchadas
la gloriosa academia de otros tiempos
los rojos de sangre endemoniada.
Los Perinetti, Ochoa, Paternoster,
del Giudice, Stagnaro. Que pavada.
Y Seoane y Orsi y Ravaschino
y Lanín y… la flor de la patada”.

Todos miraban y escuchaban atentos a ese hombre que se sumó ese único día a la mesa de los lunes. Y el hombre siguió. “Santoro era hincha de Racing. En 1977, lo desapareció la más oscuras de las dictaduras. Sin embargo, no lograron desaparecer su obra. Vayan y busquen la reedición de Literatura de la pelota que hizo Lilian Garrido y en la tapa van a encontrar la respuesta a su pregunta”. El hombre no dijo más y se retiró de la mesa de los lunes. En su mano llevaba el libro “Los desaparecidos de Racing” de Julián Scher, recientemente publicado.

La mitad de los de Independiente y la mitad de los de Racing se siguen juntando todos los lunes. Y en la mesa de los lunes que antecede al clásico de Avellaneda, como ese día, solamente se habla del clásico. Solo que desde aquel día todos los integrantes de la mesa de los lunes llevan su propio ejemplar de ‘Literatura de la pelota’, porque ahí estaban todas las respuestas. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario